martes, 2 de mayo de 2017

REPRODUCCIÓN SEXUAL

En muchas clases de seres vivos, la reproducción es sexual. Esto quiere decir que los hijos se forman por la unión de dos células proveniente de los padres. Por ejemplo en los mamíferos como los monos, las vacas y los ratones, cuando los órganos reproductores llamados ovarios (en las hembras) y testículos (en los machos), están maduros producen células sexuales denominadas gametas. La gameta femenina es inmóvil, más grande que la masculina y contiene nutrientes que permiten alimentar al embrión en los primeros días de su desarrollo. La gameta masculina es pequeña y móvil debido a que posee una cola o flagelo semejante a un látigo que bate activamente para alcanzar al óvulo. Si la gameta femenina y masculina se unen, se produce la fecundación y así se forma una única célula llamada cigota. A partir de la cigota y por sucesivas divisiones celulares se forman todas las células del nuevo ser vivo. Esto sucede también en otros animales y en las plantas.

En los animales del grupo de los mamíferos, la fecundación y el desarrollo del embrión son internos. La hembra retiene al embrión dentro de su cuerpo y lo alimenta con sus propios nutrientes a través de un órgano llamado placenta. Como los mamíferos nacen directamente del cuerpo de la madre, se los denomina vivíparos. Los otros grupos de animales cuya fecundación es interna son ovíparos, por que el desarrollo se produce fuera del cuerpo de la madre y dentro de una estructura protectora y nutritiva: el huevo. Algunas serpientes retienen los huevos dentro de su cuerpo y luego nacen las crías directamente, como si fueran paridas; ese es un caso de organismo ovovivíparo.

La mayoría de los peces y los anfibios, como las ranas y las salamandras, liberan las gametas masculinas y femeninas en el agua; por eso son ovulíparos y tienen fecundación externa, dado que el nuevo ser vivo se forma fuera del cuerpo de la hembra.

En las plantas con flor, la reproducción sexual ocurre en el interior del ovario de la flor. Como resultado de la fecundación se forma la semilla que al germinar da un nuevo individuo.

Fuente: Patricia Alberico y otros. Ciencias Naturales y Tecnología 7. Editorial AIQUE

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