domingo, 24 de septiembre de 2017

LOS NUTRIENTES INORGÁNICOS: El agua

    El componente más abundante de los organismos vivos es el agua. Una persona de 70 kg de masa corporal tienen alrededor de 45 kg de agua, es decir que el 65% de su cuerpo es agua. Por ese motivo, esta sustancia es también un componente de suma importancia en la dieta humana.
    
    El agua disuelve casi toda las sustancias que llegan a las células y las que desde ellas se eliminan. Por eso, la sangre, que contiene un gran porcentaje de agua, es un eficaz medio de transporte de todo lo que va y viene hacia y desde las células. Del mismo modo, el agua del interior de las células permite que se realicen todas las reacciones químicas que constituyen la vida celular. Además, este líquido interviene en los mecanismos que permiten mantener constante la temperatura interna de nuestro cuerpo, gracias a que tiene la capacidad de absorber el calor que eliminan las células como producto de su incesante trabajo.

    La cantidad total de agua en un individuo se mantiene constante debido a que las pérdidas de se compensan con el ingreso. A diario incorporamos, aproximadamente, 750 ml de agua con los alimentos sólidos y 1.500 ml en forma de bebidas. Además, alrededor de 200 ml se producen en distintas reacciones químicas celulares. Estas cantidades permiten reponer los 1.500 ml que perdemos diariamente con la orina, los 100 ml que se eliminan con el sudor, los 200 ml que forman parte de la materia fecal y los 600 ml que se pierden aproximadamente a través de las vías respiratorias y de la piel. Por la vía respiratoria sale vapor de agua mezclado con el aire que eliminamos, mientras que la piel, a través de su amplia superficie, ofrece otras notoria vía de salida de agua, que no percibimos pero que ocurre constantemente.

    Debido a las funciones que cumple el agua en el organismo, si su eliminación es mucho mayor que su ingreso, la subsistencia de la persona en peligro. Sin embargo, ante situaciones que implican pérdidas importantes de agua, como en un ejercicio interno, en el organismo se activan mecanismos que permiten retenerla o repararla. Por ejemplo, se elimina menos agua por la orina y se tiene sed: una señal que nos lleva a beber. 

Texto extraído de Ciencias Naturales y Tecnología 8 EGB
Editorial AIQUE

No hay comentarios:

Publicar un comentario